jueves, 14 de abril de 2011
Partes del ojo
El ojo: es un órgano que detecta la luz, por lo que es la base del sentido de la vista.
Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar éstos en
impulsos eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los alrededores
están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para proporcionar el sentido de la vista.
Iris: es la membrana coloreada y circular del ojo que separa la cámara anterior de la cámara posterior.
Posee una apertura central de tamaño variable que comunica las dos cámaras: la pupila.
El oído: conforma los órganos de equilibrio y audición. También se le denomina órgano vestibulococlear dentro del estudio de la medicina. Se divide en tres partes oído externo medio e interno.
Externo:Se compone en su origen por el pabellón auricular y el conducto auditivo exterior.
El pabellón auricular está en una base de cartílago elástico recubierto por piel blanda
El conducto auditivo exterior se extiende desde dicho pabellón hacia el tímpano.
Oído medio:Se aprecian dentro de su arquitectura anatómica: la cavidad timpánica, la membrana timpánica, huesecillos del oído, senos y celdas mastoideos, así como la tuba faríngea o faringotimpánica.
Dentro de la cavidad timpánica se abarca un seno irregular repleto de aire.
La membrana timpánica es de aspecto transparente y separa a la cavidad timpánica del meato auditivo externo.
Los osteocillos óticos son cuatro diminutos huesos denominados por su arquitectura anatómica con el nombre del Martelus, elAnvilus, el Lenticulens y el Estribalis.
La tuba faringotimpánica o trompa de Eustaquio mide en el ser humano de edad adulta unos 4 cm de promedio.
Oído interno:
Sentido del tacto
La piel es el órgano más grande de nuestro organismo y el órgano de mayor sensibilidad táctil.
El sentido del tacto no solamente se encuentra en las manos, está presente en toda la piel que cubre nuestro cuerpo.
El sentido del tacto es tan sensible que, aún teniendo los ojos cerrados, podemos identificar objetos, texturas, temperaturas, etc.
Los receptores cutáneos se llaman corpúsculos Meissner, Ruffini, Paccini, y bulbos terminales de Krause, los cuales tienen diferentes funciones:
Los corpúsculos de Meissner, nos permiten identificar la forma y tamaño de los objetos, así como diferenciar lo suave de lo áspero.
Los corpúsculos de Pacini son los que determinan el grado de presión que sentimos; nos permiten darnos cuenta de la consistencia y peso de los objetos y saber si son duros o blandos.
Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor, nuestra temperatura normal oscila entre los 36 y los 37 grados . Especialmente sensible a estas variaciones es la superficie o cara dorsal de las manos.
En tanto, los corpúsculos de Krause son los encargados de registrar la sensación de frío, que se produce cuando entramos en contacto con un cuerpo o un espacio que está a menor temperatura que nuestro cuerpo.
El pelo y las uñas también forman parte de la piel. El pelo no tiene terminaciones nerviosas, y no transmiten impresiones al cerebro. Cuando nos cortamos el pelo o la uñas porque están muy largas, no se siente el dolor. No obstante, las uñas y el pelo nos protegen el cuerpo.
El olfato y el gusto
El Gusto:
Aunque constituye el más débil de los sentidos, está unido al olfato, que completa su función gracias a las papilas olfativas. Esto, porque el olor de los alimentos que ingerimos asciende por la bifurcación aerodigestiva hacia la mucosa olfativa, y así se da el extraño fenómeno, que consiste en que probamos los alimentos primero por la nariz. Una demostración de esto, es lo que nos pasa cuando tenemos la nariz tapada a causa de un resfriado: al comer encontramos todo insípido, sin sabor.Este sentido, además, es un poderoso auxiliar de la digestión, ya que sabemos que las sensaciones agradables del gusto estimulan la secreción de la saliva y los jugos gástricos. Las papilas gustativas juegan un papel muy importante en este sentido.
Se considera que las vías de transmisión gustativas parten desde las regiones musculares posteriores de la lengua, a través de sus filetes nerviosos, que conducen las excitaciones a los centros ubicados en el lóbulo témporoccipital (lóbulo temporal-lóbulo occipital) del cerebro. Cada filete nervioso tiene una sensibilidad específica, relacionada directamente con las zonas gustativas ubicadas en la lengua.
Enfermedades:
- Ageusia es la pérdida o reducción del sentido del gusto y es consecuencia de trastornos ocurridos en la lengua, como quemaduras, o ciertas parálisis faciales (por ejemplo, la parálisis de Bell).
- Cáncer de lengua junto con el de los labios, es la forma cancerígena más frecuente de la cavidad bucal. La evolución de esta enfermedad es similar a la de la úlcera cancerosa, precedida a veces de un engrosamiento noduloso.
- Disgeusia este trastorno distorsiona el gusto de los alimentos y bebidas ingeridas. La distorsión de gusto representa un síntoma de depresión (patología psiquiátrica).
- Hipogeusia se refiere a la escasa capacidad de degustar y diferenciar los sabores básicos.
El Olfato:
El olfato u olfacción es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios del cráneo; el bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la percepción de los olores. Estas prolongaciones nerviosas terminan en los glomérulos, pequeñas terminaciones de celulas olfativas de forma esférica donde se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras especiales.Los objetos olorosos liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios).
Enfermedades:
- Hiposmia es la reducción de la capacidad de detectar olores.
- Anosmia es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida (sin sabor), por la conexión que posee el sentido del gusto con el olfato. Suele ocurrir por trastornos químicos y, generalmente, por traumatismos craneales.
- Sinusitis ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama.
- Rinitis afecta a la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (si ocurre en primavera, puede revelar alergias al polen o al polvo). Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato.
- Pólipos son tumores benignos que aparecen en las membranas de las mucosas irritadas, generalmente por resfríos frecuentes. Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.
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